A la atención del señor Jackson-Walker,
Este será mi último informe, mis últimos días en China y en la expedición Jackson-Walker han sido una experiencia agridulce como podrá encontrar a continuación. Hemos conseguido acabar con la amenaza de estas sectas, pero sin duda a un alto precio...
6 agosto
Tras el ataque del vampiro de fuego, Bishop y Ewa Cowles acudieron al hotel donde recibíamos los mensajes de La Nueva China (Hotel Palace). Descubrieron un mensaje que indicaba que debíamos reunirnos a las 16:00 frente al Ayuntamiento del Sector Británico. Al volver, se dieron cuenta de que dos chinos les están siguiendo. Deciden tenderles una emboscada y les dejan inconscientes, pero no antes de que Ewa recibiera dos golpes que la dejan malherida, por lo que decidimos que debería acudir al hospital.
Ese mismo día, y a pesar de mis quemaduras, decidí acudir a recoger los mensajes del Capitán Taro, quien había pedido una cita con nosotros, y acordamos dejarle un mensaje para concertar una reunión a la misma hora, 16:00 en el Ayuntamiento del Sector Japonés , intentando así que sus hombres no pudieran seguir a los demás miembros de nuestra expedición a la cita con La Nueva China.
Una vez reunidos todos, decidimos que Ewa se quedaría en el hospital mientras Rivers y Anthony Cowles irían a reunirse con Taro, y Mike Bishop y Mei Ling acudieron a reunirse con Brady y su gente.
En nuestra reunión con Taro, el japonés nos informó muy enfadado que conocía el hecho que habíamos entrado en contacto con La Nueva China, pero el profesor le logró convencerle de que en realidad era una trampa y estábamos persiguiendo a Brady por las muertes en Kenya. Taro ofreció ayuda en forma de hombres para proteger a los heridos, algo que aceptamos para no levantar sospechas. Al abandonar el lugar vimos a dos hombres siguiendoles, pero decidimos ignorarlos.
Jack "Brass" Brady |
En la reunión con Brady, dos chinos acompañaron a Bishop y a Mei Ling al hotel Shangai Pacific, donde se encontraron con el superviviente de la expedición Carlyle. Les contó la historia sobre la expedición Carlyle, muchas partes ya las conocíamos, pero otras sólo podíamos sospechar. Brady escapó junto con Carlyle el día anterior a la matanza en Kenya, pero Carlyle estaba en muy malas condiciones y tuvo que dejarle en Hong Kong, internado en un psiquiátrico. Después vino a esconderse a Shangai, en la que tenía amigos de su época en la marina, pero el destino quiso que un día se encontrara a Sir Aubrey Penhew en la cubierta del Ama Oscura. El arqueólogo planeaba llevar a cabo un ritual en la Isla del Dragón Gris, y para detenerlo Brady pretendía detenerlo y crear una protección mágica en la isla que impidiera que otros terminaran su trabajo. Carlyle había destruido una de estas protecciones (conocidas como “Ojo de Luz y Oscuridad”) en la Pirámide Roja, y eso había permitido al Faraón Negro entrar en contacto con los miembros de su expedición. Brady había conseguido (no nos dijo por qué medios) unos antiguos pergaminos chinos en los que se detallaban los pasos para crear una de aquellas protecciones. En aquellos momentos, un sabio de su confianza estaba traduciendo los pergaminos al chino moderno. Una vez que la traducción concluyera, Brady pretendía aprender el ritual y asaltar la isla del Dragón Gris con la Nueva China. Evidentemente, nos ofrecimos a ayudarles en esta tarea. A partir de ese día, Bishop o Mei Ling deberían acudir a una tetería del barrio y comprar pasteles de arroz. Cuando estuviera todo listo, en el envoltorio de los pasteles les daría más instrucciones.
En ese momento decidimos separarnos y reunirnos en una semana. Bishop y Mei Ling se escondieron en la ciudad mientras los Cowles y yo permanecimos en el hospital, esperando no ser atacados.
8 agosto
Todo parecía seguro, hasta la noche del 8 de agosto, me desperté al oir a un intruso en el interior de la habitación del hospital que compartía con Anthony Cowles. Cuando Cowles encendió la luz, pudimos ver que se trataba de una horrible criatura, con una mezcla de rasgos humanos, simiescos e insectoides. A pesar de su envergadura y apariencia, conseguí derribarla a base de disparos antes de que pudiera hacernos daño. Las ventanas estaban cerradas y el agente japonés junto a nuestra puerta juraba no haber visto nada. Aun hoy sigo sin saber cómo entró la criatura en nuestra habitación, pero estaba claro que la vigilancia de los agentes japoneses no sería suficiente para protegernos de los ataques de la secta. Decidimos salir del hospital, y buscar un nuevo hotel donde refugiarnos.
9 agosto
Visto lo visto, y dado que Mei Lng estaba escondida con Bishop en un lugar desconocido para nosotros, decidí contactar con la Agencia Continental para que mandaran a otro lugareño a guiarnos y a buscar un lugar donde pudiéramos quedarnos y recibir tratamiento sin llamar la atención. Estaba muy cansado de ataques nocturnos, dudo que nunca más pueda permanecer completamente tranquilo después de mis experiencias en estos meses.
12 agosto
Brady se comunicó con Bishop y Mei Ling informando de que la traducción del libro y el hechizo estaba completa, pero necesitaba varios días para estudiar el hechizo y aprenderlo. Les indica que cuatro días después debían reunirse en la cafetería del museo chino.
13 agosto
Nos volvimos a juntar los dos grupos, después de nuestra cita en el hospital. A pesar de saber que varios individuos comenzaron a perseguirnos, conseguimos esquivarlos con un taxi y dando bastantes vueltas por la ciudad. Tras lo cual nos juntamos todos en un piso franco.
16 agosto
Mei Ling y Bishop fueron a reunirse con Brady al Museo Chino, donde les dice que informó que ya había completado su estudio y podía enseñar el hechizo a otras personas, para evitar que una muerte desafortunada dé al traste con todo. Bishop consiguió aprender las extrañas palabras, pero yo fui incapaz de conseguirlo antes de que decidiéramos asaltar la isla.
19 de agosto
Mientras Bishop y yo estudiabamos el hechizo, los demás compraron materiales y buscaron un barco para llegar hasta la Isla del Dragón Gris. Finalmente encontramos uno, y esa misma noche nos reunimos con la Nueva China para planear el ataque.
La fecha del ataque será el día 22, a las 5 de la mañana, por lo que era necesario que la misma noche del 19 zarpásemos rumbo a la Isla.
22 de agosto
Ya cerca de la isla, los grupos de ataque (12 miembros de La Nueva China, Brady y nuestra expedición) nos reunimos para esperar el momento más propicio.
Todas las lanchas atacamos una pequeña playa en el anillo interior de la isla volcánica, donde desembarcamos sin problemas. El primer obstáculo fue un puesto de vigilancia, pero el vigía aparentemente no fue capaz de vernos en la oscuridad y uno de los milicianos pudo acercarse y acabar con él.
La Isla del Dragón Gris |
Entonces fue cuando nos separamos. La Nueva China se dirigió a una pequeña aldea mientras nosotros decidimos atacar lo antes posible el lugar del ritual. Nos adentramos en el interior del volcán a través de una abertura con las palabras "La Mujer Abotargada" talladas sobre la entrada en ideogramas chinos. En las paredes de la gruta vimos figuras grabadas, que claramente identifiqué como unos profundos, unos constructos biológicos llamados shoggoths, y representaciones de Dagón e Hydra. Todos intuímos que eran un aviso de lo que nos esperaba en el interior del volcán.
Entramos a una gran cueva, de la que salía un constante ruido de maquinaria. La estancia estaba iluminada por un fulgor anaranjado que emitían unos hongos pegados a la pared y el techo. Sobre un pozo de lava descubrimos una forma cilíndrica, hecha con materiales nunca vistos, y rodeada de varias plataformas, en las que varios hombres están trabajando con extraños sopletes. Sin esperar demasiado, comenzamos a dispararles.
El shoggoth |
Los sectarios se lanzaron en masa contra nosotros, algunos armadso con sus sopletes y otros con las manos desnudas. Aunque sus sopletes y sus artes marciales no eran rivales para nuestras armas de fuego, fueron capaces de herir a bishop. De un estanque situado en uno de los laterales de la caverna surgieron varias criaturas vagamente humanoides cubiertas de escamas y con extremidades palmeadas como los batracios. Un par de ellos se mantuvieron alejados, protegiendo a un tercero de mayor tamaño que creo que estaba realizando alguna especie de hechizo. Aunque eran más resistentes que los sectarios, comprobamos que podíamos acabar con ellos con nuestras escopetas, si bien uno fue capaz de herir al Doctor Cowles con su tridente. Entonces vimos a nuestra perdición: un shoggoth, la criatura dibujada en la entrada de la cueva. Era un monstruo casi indescriptible, una masa formada por una multitud de bocas, ojos y tentáculos. La abominación se lanzó a por nosotros mientras Ewa, Bishop y los demás intentábamos acabar con ella. Yo conseguí apartarme al tiempo. Bishop, aparentemente inmovilizado por alguna clase de bruería, no pudo. La criatura comenzó a devorar a uno de mis más antiguos compañeros de expedición, justo mientras yo descubría a nuestro mayor enemigo en mitad de la cueva. Aubrey Penhew, el maldito loco que amenazaba con la destrucción de nuestro mundo estaba allí también disparándonos y lanzándome hechizos. Uno de sus conjuros me lanzó contra la pared y me dejó inconsciente. Los demás miembros de la expedición no tuvieron mucha mejor suerte. El profesor Cowles recibió un disparo de Aubrey que lo mató en el acto, y el arma de Mei Ling se encasquilló por lo que ella y Ewa tuvieron que retirarse. Se encontraron a Jack Brady y dos chinos, supervivientes del tiroteo que había tenido lugar en la aldea, que entraron con ellas para asaltar la cueva una vez más, mientras yo me encontraba atado por el loco de Penhew, quien se preparaba para interrogarme. Cuando oyó disparos una vez más, se volvió a intentar dispararme pero conseguí esquivarle a pesar de estar atado a la silla.
Sir Aubrey Penhew |
El shoggoth murió tras gran cantidad de disparos de metralletas, pistolas y el extraña arma que mis compañeros encontraron en Australia, sin embargo no lo hizo sin acabar con la vida de uno de los chinos y de Jack Brady en el proceso. Ewa consiguió acabar con el shoggoth y posteriormente con Aubrey con el último de los disparos de dicha arma. Habíamos ganado la batalla, pero los dos miembros de nuestro grupo que conocían el ritual habían muerto. Investigamos la cueva, en la que encontramos a varios prisioneros chinos (que sin duda esperaban su turno para ser sacrificados), varios papeles y una horrible estatua representando a la Mujer Abotargada, de la cual colgaban decenas de brazos cercenados (ya sabíamos qué había sido de las extremidades de los cuerpos encontrados en Shanghái). Tras rescatar a los chinos (la mayoría de los cuales estaban completamente desquiciados), decidimos cortar parcialmente los andamios que soportaban el enorme cohete sobre el pozo de lava. Salimos corriendo de allí, y segundos después una explosión en el interior del volcán sacudió toda la isla. Abandonamos el lugar a toda prisa en el barco de la Nueva China (puesto que el que nos había traído aquí había sido hundido por los profundos), pero sabíamos del peligro de no realizar el ritual.
Los miembros supervivientes de La Nueva China nos convencieron para realizar en la siguiente luna llena, después de que uno de sus miembros aprendiera el ritual. Hicimos algunos planes para intentar realizar el ritual también en Australia. Nos reunimos el día previa a la luna llena en la isla del Dragón Gris, dispuestos a cerrar de una vez por todas con la posibilidad de que estos malditos sectarios invocaran a su malvado dios. Pero no pudimos prever el coste de nuestro ritual. Una vez dibujado el ojo e iniciado el cántico, pudimos sentir cómo nuestra misma esencia fluía hacia el símbolo, pero sabíamos que el hechizo fracasaría si no seguíamos adelante. Tanto Ewa Cowles como Mei Ling murieron realizando el ritual, sus espíritus consumidos para alimentar el poderoso sello. No podré perdonarme el que realizar este ritual se llevara también la vida de estas dos jóvenes.
Escribo este texto en mi viaje de vuelta a Nueva York y espero poder entregárselo en mano, para que usted comprenda que realmente hemos acabado con la amenaza que su hijo quería investigar. No quiero terminar mi informe sin recordar a mis compañeros en este largo viaje, y en remarcar las personas cuya vida es una amenaza que no pudimos eliminar, pero que sin duda buscarán otra forma para continuar con sus malvados actos.
Mis ex-compañeros:
Mathew Jackson-Walker: Su hijo y primer lider de la expedición e impulsor del proyecto quien se volvió loco en extrañas circunstancias.
Alfred O’Sullivan: Joven escritor asesinado por serpientes venenosas cuando quedó perdido en tiempos ancestrales según nos informó Rupert.
Rupert Nicholls: Mayordomo del señor Mathew, asesinado por sectarios de Gavigan cuando interrumpimos su ritual en Inglaterra.
Sargento Steven Connor: Un hombre inestable que nos abandonó y robó algo de dinero en Egipto, ignoro su paradero actual.
Padre Bondini: Sacerdote que se nos unió brevemente en Egipto, asesinado por el Faraón Negro.
Dra. Elizabeth Zimmerman: Profesora de arqueología en Miskatonic aquejada de una fuerte enfermedad en Nairobi, a quien tuvimos que dejar allí.
Andrew McCulligan: Periodista obsesionado por los actos de la secta del dios de la lengua ensangrentada, cuyo fin fue ser asesinado por uno de sus miembros en el Monte Kenya.
Janwillem Vanheuvelen: Holandes ex-miembro de la expedición Clive con problemas con Bastet que murió asesinado en el Monte Kenya.
Dr. Cole Fowley: Rico psiquiatra que nos acompañó desde Nueva York y murió en un derrumbe en el Monte Kenya.
Rita Harrington/Krueger: Actriz alemana que nos acompañó desde Londres hasta Australia, donde fue asesinada en una explosión de un almacén preparada por Mortimer Wycroft.
Dr Hershel Layton: Profesor de Yale de orígen británico, asesinado en Australia en la explosión de un almacén preparada por Mortimer Wycroft.
Caroline Fern: Psicóloga y estudiosa de lo paranormal, asesinada en una emboscada de los sectarios de Australia.
David Dodge: Ayudante en Sydney del profesor Cowles, asesinado al intentar rescatar a Caroline por Mortimer Wycroft en una emboscada de los sectarios de Australia.
Coronel Charles J. Willis: Oficial retirado del ejército americano, asesinado en Australia por John Huston con un arma alienígena.
Aremi Miki: Aborigen australiana que sirvió de guía por el desierto. Tras su ayuda decidimos prescindir de sus servicios.
Mike Bishop: Piloto inglés que nos acompañó desde Londres hasta que murió devorado por un shoggoth en la isla del dragón gris. Perdió los ojos por uno de los sectarios en África pero conseguimos realizar un pacto con Bastet para que los recuperara, aunque con forma felina.
Dr. Anthony Cowles: Estudioso australiano asesinado por Aubrey Penhew en la isla del dragón gris.
Srta. Ewa Cowles: Hija del doctor Cowles, experta en culturas polinésicas que murió realizando el riitual en la isla del dragón gris. Fue capaz de acabar con algunas de las criaturas más peligrosas que nos encontramos, un pólipo volador y un shoggoth, así como con el maldito Aubrey Penhew.
Mei Ling: Investigadora de la agencia continental que sirvió de guía en Shanghai, que murió realizando el ritual en la isla del dragón gris.
Las amenazas que no conseguimos eliminar:
El señor Omar Shakti en Egipto. Su mansión estaba demasiado vigilada, por lo que decidimos no asaltarla. En cualquier caso este hombre es un peligro para la humanidad.
El señor Ho Fong en Shanghai. Desconocemos su paradero exacto en Shanghai, pero es evidente que esta detrás de varios asesinatos en la zona y ayudó al señor Penhew.
El señor Mortimer Wycroft en Australia. Varios miembros de la secta del señor Huston salieron indemnes, por lo que me comentaron mis compañeros, y este asesino salió vivo de allí.
Aquí acaba mi informe. A partir de ahora no cuente con mis servicios para ninguna actividad semejante, yo ya tengo suficientes cicatrices como para continuar esta clase de investigaciones y debo pasar más tiempo con mi esposa.
Firmado: Owen Rivers, Detective de la Agencia Continental.