miércoles, 4 de junio de 2014

Crónica. Capítulo 5: Australia. Sesión 2: Puerto Hedland y Cuncudgerie

La mañana siguiente al incendio en la Naviera Randolph de Darwin, los investigadores toman un barco y se dirigen a Port Hedland. Allí se reúnen con el Doctor David Dodge, que llega de Sidney probablemente apenas un par de días antes de que su mentor, el Profesor Cowles arribe a Australia. Al llegar, Bishop acude a la oficina de correos, donde recoge un paquete remitido por el Dr. Ali Kafour, del Museo Egipcio de El Cairo. Su contenido es una cajita de madera con lo que parecen ser cenizas, pero el piloto no da muchas explicaciones a sus compañeros.

El ingeniero Robert B.F. Mackenzie
Los investigadores y Dodge se entrevistan con el ingeniero Robert B.F. Mackenzie, quien enviara las fotos de la ciudad del desierto al Profesor Cowles. Mackenzie les habla sobre los descubrimientos de su difunto amigo Arthur MacWhirr, y de cómo murió de un infarto en plena calle unos días antes de su ponencia en la Universidad de Sidney, cuando aparentemente gozaba de buena salud. También les cuenta como hace un par de años, un americano fue a visitarle interesándose en las notas y fotografías de MacWhirr, sin explicar dónde ni cómo se había enterado de la existencia del material. El tal "señor Howston" desapareció después de que el ingeniero le hubiese prestado casi todo el material de su amigo. Lo único que le quedó fueron las cuatro placas y el diario que envió al Profesor Cowles.

Mientras Dodge y Mackenzie ayudan a los investigadores a organizar una expedición hacia el interior del desierto, Bishop se va a dar una vuelta por Port Hedland. Durante su paseo, se percata de que un aborigen de aspecto sospechoso le sigue sin quitarle ojo de encima. Cuando se para para encararse con él, el nativo hace unos gestos extraños y murmura unas palabras. El piloto siente una presión en el pecho, pero logra sobreponerse, y hechiza a su vez a su atacante para obligarle a obedecer su voluntad. Ordena al felón dirigirse hasta un callejón y allí lo interroga, averiguando que fue él quien acabó con MacWhirr y que le seguía porque le habían informado del paso de la Expedición Jackson-Walker por Darwin y de su probable paso por Port Hedland. Bishop, expeditivo por naturaleza, lo apuñala, matándolo en el acto, y deja el lugar discretamente para reunirse con sus compañeros en el hotel.
El asaltante de Bishop
 Tras enterarse del enfrentamiento del británico con su asaltante, el Coronel y la Señorita Fern deciden ir al lugar de los hechos para registrar el cuerpo. La visión del cadáver evoca en el Coronel horribles recuerdos de su época en el frente y es incapaz de controlarse, huyendo del lugar entre alaridos de pánico. Carolyn registra el cuerpo y encuentra un telegrama avisando de su posible presencia en el pueblo. Desgraciadamente, es descubierta con las manos en la masa por un par de lugareños que acuden a ver qué es lo que ha causado tanto pavor al hombre que huía, de modo que finge que, como médico, sólo trataba de ayudar al yacente. Esto hace que tanto ella como el Coronel deban acudir a varios interrogatorios policiales de los que finalmente salen impunes.

Mientras parte del grupo está ocupado en los interrogatorios, Rivers, Rita, el Doctor Layton y Dodge deciden adelantarse e ir a Cuncudgerie a ultimar los preparativos para la expedición e investigar a ese tal Mortimer Wycroft al que mencionaban los papeles de la Naviera Randolph, quien, según Mackenzie, es el propietario de un almacén de suministros para expediciones, un hombre huraño y algo siniestro.

A solas en el hotel, a Bishop se le ocurre inspeccionar el extraño artilugio de varillas y espejos que encontraran en la Naviera Randolph. Accionando un mecanismo, el artefacto empieza a zumbar y entonces a Bishop se le ocurre mirar a través de una especie de lente, como de un microscopio. El Coronel y Carolyn lo encuentran en estado catatónico en su habitación, aunque al rato empieza a emitir sonidos y a hacer movimientos extraños. Viendo al piloto de esta manera, y el artilugio sobre la mesa, el Coronel, que también es un hombre muy resuelto, opta por destrozarlo contra la mesa. Deciden meter a Bishop en la cama y vigilarlo para que no haga nada peligroso.

En Cuncudgerie, el resto del grupo va a visitar el almacén de Wycroft, que está cerrado y aparentemente vacío. No ven ninguna luz ni movimiento, así que deciden entrar a echar un vistazo. Como de costumbre, Rivers se encarga de abrir la cerradura con sus ganzúas, pero al girar el pomo oye un "click" que no proviene de la cerradura y que, por algún motivo, hace saltar todas sus alarmas. Corre en dirección contraria y trata de advertir a sus compañeros antes de echar cuerpo a tierra, pero Rita y Layton no reaccionan con la suficiente rapidez. Un artefacto hace explosión justo detrás de la puerta, derruyendo buena parte de la fachada, matando a Rita y a Layton en el acto, e hiriendo a Rivers de gravedad. Dodge llega con el camión momentos después, a tiempo para socorrer al detective y constatar la muerte de los otros dos. Sea quien sea el misterioso antagonista que vela por los intereses de Nyarlathotep en Australia, ha demostrado estar dispuesto a todo para evitar que nadie interfiera en los planes de su señor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario